Vivimos en una dictadura de bancos y corporaciones. La mayoría de la gente no tiene nada que decir. Los cambios radicales son imperativos. Todos los ámbitos de la vida, incluida la economía, deben determinarse democráticamente.
Nosotros demandamos:
Y no descansaremos …
hasta que la democracia gobierne en todas partes y ya no sea solo una apariencia que permita a los gobernantes mantener sus privilegios.